Lo Que Está Escrito Permanece: La Cruz Como Camino de Esperanza

En este Año Jubilar de 2025, mi enfoque de estudio y reflexión estará centrado en la cruz, el lugar donde el sufrimiento humano se encuentra con la redención divina y se transforma en esperanza.

Cada año, mi trabajo teológico y mis peregrinaciones forman un todo, como un ensayo que profundiza en la fe y busca comprender el significado de nuestras experiencias humanas y espirituales. Este año, inspirado por el Jubileo, nos detenemos a contemplar la cruz y lo que está escrito en ella.

Cuando Pilato declaró: "Lo que he escrito, he escrito" (Juan 19,22), sin saberlo, afirmó una verdad eterna. La inscripción "Jesús Nazareno, Rey de los Judíos" era mucho más que una declaración humana o irónica.

Representaba la realeza de Cristo, inscrita como parte del plan divino que no cambia. Este momento nos lleva a reflexionar sobre la firmeza del propósito de Dios: lo que Él escribe, permanece.

En mi trabajo para este año, la cruz será el centro de toda reflexión, como símbolo de sufrimiento y a la vez como la mayor señal de esperanza. Allí Jesús enfrentó el rechazo y la humillación más profunda, y en nuestras propias vidas también cargamos con cruces que parecen demasiado pesadas.

Sin embargo, la cruz nos enseña que el sufrimiento no es el fin, sino un camino hacia la resurrección y la transformación.

Mis estudios para este Jubileo abordarán tres aspectos esenciales de la cruz:

El sufrimiento como parte de la vida cristiana, aceptado con fe en el seguimiento de Jesús.

La esperanza que brota de la cruz, recordándonos que Dios transforma el dolor en redención.

La cruz como invitación al amor, un llamado a la entrega generosa hacia los demás.

En este Año Jubilar, cada reflexión estará marcada por la certeza de que la cruz no solo señala el sufrimiento, sino también la victoria y la vida nueva en Cristo. Todo lo que está escrito por Dios en la cruz es una declaración de amor eterno que guía nuestro caminar.

Que este año nos permita redescubrir la cruz como camino de vida y esperanza, y que nuestra fe se renueve bajo la luz del amor de Cristo.

Verso l’Alto